Subscribe:

lunes, 8 de octubre de 2007

COPA

Pasa una mujer joven,
bonita,
y el viejo hombre
que hay en mí quiere voltear
a verla, disfrutar de su cuerpo
y de su andar gracioso,
pero Tú no me dejas,
me redarguyes, cambias
mi pensamiento,
pones ante mí una copa
rebosante de vino nuevo,
los dos brindamos, decimos salud,
y al final terminamos riéndonos
como buenos amigos.

No hay comentarios: