Subscribe:

lunes, 24 de septiembre de 2007

PAPELITO

Alguien me habló del evangelio
y sin perder tiempo
me preguntó si yo aceptaba
a Cristo como mi Salvador.
Me emocioné hasta las lágrimas
y contesté que sí.

Semanas después
me bautizaron y extendieron
a mi nombre un papelito
que me acreditaba como miembro
de equis iglesia.

Todos aseguran que yo tengo
el Espíritu Santo
porque grito, danzo y lloro
hasta el cansancio.

Sin embargo, yo sigo siendo
igual: bastante socarrón, sordo,
ciego, hablador y la Palabra
me entra por una oreja
y me sale por otra.
No cambio, soy el mismo
de siempre y mis pecados
- al igual que al salmista -
están siempre delante de mí.
Les aseguro que ya me habría
dado un tiro en la cabeza
si no existiera ese papelito (diploma)
que cuelga en la pared
y que me acredita como
miembro
de equis iglesia.

No hay comentarios: